lunes, 31 de mayo de 2010

CONFIA EN TU DECORADOR

Un día un hombre llamado Antonio se enteró de que su amigo estaba enfermo. Tenía una enfermedad
terminal que sólo podía curar el mejor cirujano del mundo, pero había dos inconvenientes:

El primero es que el mejor cirujano del mundo vivía en Estados Unidos y el segundo es que era un médico de pago muy demandado.

Como Antonio adoraba a su amigo, decidió gastarse gran parte de sus ahorros e ir con su
amigo a Estados Unidos.

Cuando estaban por fin en el quirófano, el cirujano, considerado una gran eminencia de la medicina actual, entró con las manos desinfectadas. A continuación la enfermera le puso los guantes al gran cirujano y le pasó el bisturí.

Justo en el momento en el que el cirujano estaba a punto de cortar con el bisturí... Antonio, que estaba en la sala superior, bajó corriendo totalmente convencido, entró en el quirófano sin desinfectarse, y hecho una furia le gritó al cirujano: pare, pare!.
¡Yo he leído en una revista de medicina que es mejor cortar hacia arriba, y con un bisturí más fino, a mí me gusta más de ese modo!

El cirujano se quedó atónito. No daba crédito a lo que oía y le dijo: ¿usted desea que su amigo sobreviva? Antonio comentó: ¡Pues claro, pero es que ...

El cirujano le interrumpió y le dijo: antes de que opere a su amigo, la condición es que usted confíe en mí.
Su trabajo, Antonio, era identificar quién podía salvar a su amigo. Bien, ya ha cumplido con su parte. Ahora, deje que yo me encargue de todos los detalles.



Texto modificado de la web de Yolanda Rios