domingo, 27 de diciembre de 2009

MORTERO DE CAL



Después de muchos siglos en los que los morteros de cal fueron los únicos presentes en la construcción, se dejaron de utilizar, entre otras causas, por la complicada elaboración a pie de obra. Esta elaboración era manual y muy peligrosa, pues suponía el apagado de la cal, reacción altamente exotérmica. Era un proceso artesanal y, por tanto, lento y complicado que no podía competir con el vertiginoso ritmo que se imponía en la construcción, cada vez más tecnificado y ajustado en costes.


Los técnicos de esta empresa CUMEN, hace muchos años planificaron la elaboración de estos morteros en su industria, de modo tal, que estos antiguos Morteros de Cal se suministran a obras hoy ya preparados secos y envasados en sacos, y tan sólo hay que amarsarlos con agua, como cualquier otro mortero de los actuales que están apareciendo.

Demostrado está, a través de los siglos, la gran calidad de estos morteros. Basta considerar que su desaparición de la construcción ocurrió aproximadamente hace unos cincuenta años. Han sustituido a los morteros de revestimiento hechos a pie de obra, cuyo aspecto no gusta y se procuran tapar rápidamente para no verlos, generalmente con una pintura plástica, en la que pasado un tiempo, aparecen los antiestéticos desconchones, en los que a su través, cual ventanas, se vuelve a ver el mortero de cemento.

Todos los edificios que nos rodean con más de cincuenta años, han sido labrados y revestidos con Morteros de Cal. Y ahí están, como muestra de la calidad de estos antiguos morteros. Basta alzar la vista en una catedral y observar las altas bóvedas cuyos pesados sillares llevan siglos suspendidos a grandes alturas, unidos por el mortero de cal, sin que penetre el agua a su través por sus uniones.

Estos morteros, por su calidad, su aspecto, su nobleza, no hace falta ocultarlos con una pintura, pues de por sí son decorativos.

Como se observa en esta barroca fachada, se han reproducido con los Morteros de Cal todo el complicado molduraje, pues los morteros de cal, por su plasticidad, admiten una gran variedad de trabajos ornamentales, artesanales, como son terrajados, avitolados, esgrafiados, sillería fingida, trabajos de martillina, etc.

(Articulo y foto perteneciente a Cumen).