sábado, 16 de mayo de 2009

EL BLANCO

Las tendencias cambian, se adaptan al mercado y se imitan alrededor del mundo. Se fusionan creando nuevas tendencias. Pero el color blanco vuelve una y otra vez para demostrar que sigue siendo el elegido en la paleta de colores.

La elección del blanco como color principal se impone a fuerza de simplicidad, luminosidad y elegancia. En la mayoría de los casos aporta un recurso simple e inmediato para obtener ambientes más relajados y frescos.

Una de las principales ventajas del blanco es su versatilidad. Sin mucho esfuerzo se puede combinar con cualquier estilo y entorno decorativo. Además, el blanco es un excelente marco para muebles, textiles y objetos.

El uso del color blanco en la decoración ofrece variadas alternativas. Se aplica generalmente como color de fondo, acompañándolo con objetos y detalles en diferentes tonalidades.

Blanco absoluto
Cuando elegimos el blanco puro como color único, hay que tener en cuenta que esta situación puede ofrecer ventajas y desventajas. La falta de color en un ambiente saturado de blanco, por ejemplo, puede ser un problema serio para el decorador amateur. Siempre conviene elegir algún detalle llamativo o personal, con algo de color o variedad de texturas, que quiebre la uniformidad y permita lograr un cuadro armónico y equilibrado.
El uso de blanco sobre blanco puede ser molesto. Si se utiliza un fondo blanco puro, evitar los tonos de blanco roto, ya que podrían verse desgastados dentro del contexto.

Blanco rotoLa alternativa más actual en el uso del blanco es el blanco roto: un blanco puro cortado con unas gotas de color, que bien puede combinar con crudos o colores muy suaves. Los colores más utilizados para cortar el blanco son el marrón y el rojo, logrando una tonalidad de blanco más cálida. El blanco roto es el tono ideal para pintura de paredes.

Blanco y ColorEl blanco, fácil de combinar, puede utilizarse con ligeros detalles de color o alternando objetos, muebles y telas en diferentes texturas y estampados. Para una combinación segura, los mejores tonos son los claros, neutros, marrones, beige y los tonos marfil, crema o arena. También los grises. De esta manera se logran ambientes frescos y acogedores.

La asociación del blanco con tonos frescos y luminosos como el azul o el verde, incrementa su intensidad y luminosidad consiguiendo espacios ligeros, frescos y brillantes.
Los colores fuertes, vibrantes y cálidos, en cambio, deben utilizarse en pequeñas dosis y sobre determinados objetos y texturas. De todas maneras, el blanco suaviza los colores fuertes y los hace más asequibles decorativamente.

El blanco y las texturasRecordar siempre que el blanco destaca las texturas y los materiales. El blanco y sus derivados combinan bien con superficies y materiales naturales, por ejemplo, maderas sin pulir o alfombras de yute. Las superficies brillantes y suaves también combinan con el blanco, por ejemplo, el cristal, la madera laqueada o la porcelana.

Blanco y Negro
La combinación de blanco y negro es un clásico que nunca pasa de moda, aunque con una presencia más elegante. El uso de blanco y negro en la decoración permite un mayor aprovechamiento del color en objetos y accesorios, los cuales resaltan y se despegan del fondo con facilidad. El blanco asociado a colores negros o gris aporta modernidad. También se utilizan para lograr un ambiente de tonos masculinos.

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